Vodafone y Jazztel, las dos operadoras más pequeñas que compiten en el mercado de acceso a Internet de banda ancha en España, se han convertido en las grandes animadoras de este negocio en la segunda mitad de 2008.
Con un mercado en clara contracción, marcado por una fuerte ralentización del ritmo de crecimiento en captación de clientes, especialmente desde marzo, Jazztel y Vodafone se han hecho con el 35% de los nuevos abonados en los dos últimos trimestres del pasado año, casi a partes iguales. Telefónica domina el negocio, con una cuota acumulada del 57%.
Entre octubre y diciembre de 2008, el gigante británico de los móviles logró captar 44.000 de clientes de acceso a Internet con ADSL, al sumar su nueva oferta de fijo a la de Tele2, la compañía que adquirió en 2006 para competir en el segmento de líneas de telecomunicaciones fijas.
Duplicar
Con esta cifra, Vodafone casi duplicó los 24.000 abonados de ADSL que había captado, sólo con Tele2, el trimestre anterior. Este ritmo de crecimiento se había repetido también en los dos primeros trimestres del año. El grupo británico lanzó el pasado octubre su oferta de ADSL bajo la marca Vodafone, en la que la operadora cubre el tiempo de provisión del servicio (hasta 25 días en el caso de Tele2) mediante conexión móvil gratuita a través de un módem USB, con tecnología UMTS, de acceso ultrarrápido a la red.
Entre octubre y diciembre de 2008, el gigante británico de los móviles logró captar 44.000 de clientes de acceso a Internet con ADSL, al sumar su nueva oferta de fijo a la de Tele2
Con este sistema, integrado junto a la conexión ADSL en un revolucionario router inalámbrico, la compañía garantiza a sus clientes acceso a la red desde el día que se dan de alta, así como en cambios de ubicación del servicio de ADSL por mudanzas, habitual foco de conflicto con los clientes.
Por su parte, Jazztel, con una media trimestral cercana a los 25.000 clientes hasta octubre, disparó su captación en el último trimestre, con 40.000 nuevos abonados. La compañía que preside Leopoldo Fernández Pujals aprovechó la fuga de clientes de sus grandes rivales para intensificar sus ofertas de paquetes de acceso a Internet con llamadas y para dejar en 375.000 clientes su base de abonados al cierre de 2008.
Debilidad del rival
Tanto Vodafone, como Jazztel, aprovecharon la debilidad, en la segunda mitad del año, de Ono y Orange, a los que lograron sustituir temporalmente como grandes rivales de Telefónica, aunque la distancia es aún muy grande en términos acumulados.
En el último trimestre del año, Orange perdió 10.000 clientes de acceso a Internet de banda ancha, lo que deja su acumulado anual en una pérdida de 13.000 clientes. El negocio de banda ancha aportó, no obstante, 736 millones de euros de ingresos a la empresa, un 4,4% más. Aunque haya perdido clientes durante el año, el 74% de ellos son abonados de alquiler de línea, que dejan mucho mayor margen al grupo que los indirectos, en los que el servicio lo presta Telefónica.
En el caso de Ono, su evolución ha estado determinada por el parón inversor. Los problemas financieros del grupo (fuerte deuda que estaba asfixiando a la compañía, que se ha visto obligado a recortar la plantilla casi en un tercio) han hecho que paralice el despliegue de nueva red y que se limite a modernizar la tecnología de las redes ya tendidas, lo que ha tenido un fuerte impacto en la captación de clientes.
El gigante español, sin embargo, también sufrió bastante en el cuarto trimestre, ya que su cuota de altas bajó radicalmente, nada menos que en 25 puntos frente al trimestre anterior. Telefónica empezó mal el año 2008, ya que en enero y febrero captó clientes muy por debajo de su cuota. Eso le obligó a lanzar promociones con una estrategia regional (especialmente, en Comunidad Valenciana, Cataluña y País Vasco) con descuentos superiores al 30% del precio durante el primer año, lo que se conoce como el Plan Valencia. Esa estrategia agresiva le había permitido recuperarse en el segundo y tercer trimestres donde logró el 70% y el 74% de los nuevos clientes totales del mercado. Pero esa cuota se desplomó en el último trimestre, probablemente debido a la necesidad de la operadora de frenar las promociones y la publicidad para mantener los márgenes de rentabilidad.