No puede ser más desigual el saldo que arroja la evolución del número de líneas fijas en España. Mientras el área residencial aguanta el tipo y se mantiene prácticamente en los mismos niveles de hace un año –con una subida testimonial del 0,1%-, el segmento de empresas cae un 5,8% en una demostración de que la crisis hace estragos en un sector clave para las operadoras.
Las cifras son elocuentes. En los doce últimos meses, las líneas en el área de empresas no han dejado de bajar. En julio hay 5,98 millones, lo que significa que por primera vez en muchos trimestres la cifra cae por debajo de los seis millones. Hace un año había 6,34 millones de líneas en esta modalidad.
En conjunto, julio ha cerrado con una caída de 48.096 líneas hasta un total de 18,8 millones de líneas, un 1,8% menos respecto a julio del año pasado. Con este descenso, la proporción de líneas por cada cien habitantes cae hasta 40,4.
Por lo tanto, el ritmo de caída en julio es preocupante. En un año muy difícil para el sector como 2012 se perdieron 405.292 líneas fijas en España, con una media mensual de 33.774 bastante inferior a la del último mes recogido en las estadísticas de la CMT.
¿Quiénes son los grandes perjudicados de este continuo deterioro? Según dos datos de la CMT correspondientes al ejercicio 2011, los principales operadores de telefonía fija en España eran Telefónica, con una cuota del 74,4%, Cableeuropa con el 9,6%, Vodafone España con el 4,5%, France Telecom con el 2,5% y Jazztel con el 2%.
En julio, la portabilidad en redes fijas, asociada a la contratación de nuevos paquetes que incluyen banda ancha y telefonía fija por parte de los operadores alternativos, registró 153.117 intercambios, un 21,3% más en tasa interanual.
