Aunque la firma de la venta se realizará el próximo 23 de julio, fuentes de Vodafone han explicado que trabajan en la integración desde hace tiempo y tienen por delante una labor de meses para que converjan las culturas de ambas compañías.
El equipo de integración formado por representantes de Vodafone y ONO trabajan a pleno ritmo tras la autorización de la Comisión Europea para la compra del operador de cable por la multinacional Vodafone por 7.200 millones de euros.
Mientras llega la rúbrica definitiva, los consejeros delegados de Vodafone y de ONO, Antonio Coimbra y Rosa Portela, respectivamente, actúan como apoderados de ONO.
Es el momento de evaluar los equipos para establecer la nueva organización en la que inicialmente estarán los 2.500 trabajadores de ONO y los 3.700 de Vodafone, todo sin duplicar las funciones, y estudiar si los que trabajan en Madrid se pueden integrar en la nueva sede corporativa de la Avenida de América de Madrid de Vodafone.
Desde el punto de vista técnico tendrán que unificar el sistema de facturación, de proveedores, atención al cliente, pero sobre todo hacer la integración de redes de las distintas tecnologías.
La nueva Vodafone España fruto de la adquisición, no sólo va a contar con una red de cable que llega a 7,2 millones de hogares, de los que 1,3 millones son clientes, que unirá a su proyecto de fibra, sino también unos servicios de televisión a través de la plataforma inteligente TiVo que llega a 382.000 personas y un servicio de WiFi en las principales capitales de provincia accesible para sus clientes.
La generalización de los smartphones ha hecho que los servicios WiFi sean un complemento imprescindible de la telefonía móvil ya que permite al usuario estar conectado a internet sin consumir su tarifa de datos de telefonía móvil.
ONO ofrece servicios de telefonía móvil como operador móvil virtual a través de las redes de Telefónica y por el momento mantendrá esta situación, aunque al parecer Vodafone comenzará a hacer ofertas comerciales convergentes con el servicio de cable de ONO y su propia red móvil en la próxima semana.
Vodafone, que con ONO se verá reforzado en todas las áreas de telecomunicaciones en crecimiento, espera ahora volver a incrementar sus ingresos después de varios años de caídas, con una apuesta clara por los servicios de telecomunicaciones convergentes de fijo y móvil.
La UE no puso pegas a la compra ya que consideró que no planteaba problemas de competencia y, según fuentes del sector, es verdad, la compra refuerza la competencia de servicios convergentes en España.