La compra por parte de Telefónica del 56% del capital de Canal Plus por 750 millones de euros, lo que supone el control del 78% del capital de la compañía, es la prueba irrefutable del interés que la empresa que dirige César Alierta tiene en los contenidos. La apuesta principal pasa por la exclusiva oferta de los grandes eventos deportivos impulsada a través de la compra de derechos a través de Movistar TV.
Obligada por la continua sangría de clientes atraídos por tarifas más reducidas de la competencia, y con el reto tecnológico impuesto de romper la brecha digital, Telefónica ha ido paulatinamente acomodando su estrategia de cara a acelerar las inversiones en el desarrollo de la fibra óptica como plataforma básica para brindar la nueva experiencia de la alta definición mediante el despliegue de redes de alta velocidad.
A su vez, conscientes de que la crisis general que ha obligado a muchos abonados a prescindir de servicios televisivos añadidos de la TV de pago (Canal+ y GolT), la alternativa gira en torno hacia los hogares que forman la cantera de Telefónica y que ya tienen o tendrán en breve conexión mucho más rápida, ofreciendo una solución global tanto fija como móvil.
La otra cara del ambicioso plan es aprovechar la asfixia económica de los clubes de fútbol. La irrupción de la operadora en el mundo del fútbol ofrecería solvencia a un sector que precisa sanearse con urgencia. Con Movistar como socio tecnológico, los clubes pretenden mejorar sus balances. Gracias a estas maniobras, a corto plazo, el mercado maduraría para variar los usos y las costumbres de los consumidores y pasar del satélite a la fibra óptica.
Con vistas al futuro, y en un escenario donde ya están asegurados los derechos de los grandes eventos deportivos como el motociclismo y la F1, el gran reto que se plantearía Telefónica, aprovechando la cada vez mayor presencia accionarial en operadoras del Viejo Continente, sería impulsar la creación de una gran Liga Europea de Fútbol, probablemente con otros ‘partners‘ europeos como Canal+ Francia.
Ello supondría cristalizar una antigua aspiración de los grandes equipos del continente que verían con agrado dicha Liga. Un jugoso pastel en el cual todos tendrían su trozo. Unos, implántandose estratégicamente en mercados muy apetecibles y consolidados (véase la reciente compra de KPN en Alemania); los otros, repartiéndose los dividendos que genere esta nueva fuente de ingresos.
En cuanto a los dispositivos móviles, la nueva ley de Telecomunicaciones ha supuesto el espaldarazo esperado por parte del Gobierno, para aliviar las tensiones con ayuntamientos y vecindades en el despliegue de infraestructuras. No en vano, la nueva ley contempla, entre otras cosas, la expropiación de zonas comunes como azoteas.
Pero otras cuestiones también han ido desbrozando el camino de Telefónica en el panorama audiovisual, como la desaparición hace unos meses de tres canales de Atresmedia (La Sexta 3, Xplora y Nitro), dos de Mediaset (La Siete y Nueve), dos de Veo TV (AXN volverá a la plataforma de pago mientras que Marca TV, el otro canal afectado, ya ha desaparecido), y dos de Net TV, ocupados hoy por Teletienda. Estos canales han sido suprimidos en virtud de una sentencia del Tribunal Supremo, que considera que la concesión de estos canales de TDT se concretó sin concurso público, lo cual incumple la Ley Audiviosual.
El trasfondo sin embargo, parece tener que ver con el llamado “dividendo digital” que no es otra cosa que la liberación de las frecuencias que ocupaban esos canales para licenciarlas a la telefonía móvil de 4G. Con esta medida se favorecería el acceso a esos contenidos con la calidad y velocidad necesaria en los dispositivos móviles.
Como vemos, medidas todas ellas que favorecen directa o indirectamente tanto a Telefónica como a las televisiones de pago, ya que en el campo de batalla cada vez aparecen menos rivales gratuitos.
Pero el asunto no acaba aquí. Otro de esos rivales, Teledeporte, el canal temático deportivo de Televisión Española, también se borrará del mapa por problemas económicos. Su inestabilidad financiera obligará a realizar un plan de eficiencia para Hacienda, a cambio de la aportación extra de 130 millones de euros a través de la SEPI. La víctima será Teledeporte, cuya programación pasaría, de esta forma, a La2, como antiguamente. También se crearía un canal online en rtve.es para abarcar los acontecimientos deportivos.
Con este panorama, Telefónica, por medio de Movistar TV y dominando Digital Plus, se convertirá en el proveedor exclusivo de contenidos audiovisuales deportivos y en el dominador absoluto de las plataformas de pago, a falta de un pequeño reducto: GolT.