Vodafone anuncia el fin de sus negociaciones con Liberty Global para un intercambio de activos

Los analistas creen que los contactos se reanudarán en el futuro y sugieren una posible consolidación.

Fuente: ICNR

El operador de telefonía británico Vodafone anunció el final de sus contactos con la empresa de cable y telefonía Liberty Global. El operador había señalado en junio que los contactos se limitaban a un intercambio de activos y negó que existieran negociaciones para una fusión entre ambos. Los contactos sin embargo dieron un soporte a las acciones de Vodafone en la medida que Liberty Global es una empresa de televisión por cable con una extensa red domiciliaria en varios países de Europa. Liberty adquirió en 2013 en 23.000 millones de libras a la empresa británica Virgin Media. La expectativa de los analistas del sector era que, pese a las declaraciones de Vodafone, se registrase un acuerdo de fusión.
El motivo fundamental para estas expectativas es la evolución del mercado de las telecomunicaciones que se ha dirigido de forma creciente a una oferta cuádruple: telefonía móvil, fija, acceso a Internet y televisión. Estos “paquetes” de servicios se han convertido en el interés básico de los clientes de telefonía. Vodafone que surgió como una empresa de telefonía móvil se ha visto obligada para seguir el ritmo de la tendencia actual del mercado a adquisiciones en el sector de cable para ampliar su oferta de servicios. En España para materializar esa oferta de forma amplia adquirió al operador de telefonía y televisión por cable ONO.

Liberty Global que tiene una extensión importante en Europa, en especial en Reino Unido pero no solo, tiene una red complementaria a los activos de Vodafone algo que no escapa a los analistas. Liberty también ha debido añadir a su oferta telefonía para adecuarse a las condiciones actuales de la competencia en el sector. El principal accionista de Liberty, el estadounidense Joe Malone, fue quien incitó a las conversaciones al declarar en la primavera que existía una complementariedad importante de activos entre ambas empresas. De acuerdo con fuentes del sector al tanto de los contactos bilaterales el obstáculo fundamental con el que han tropezado las conversaciones es con la valoración de los activos de Liberty. La empresa de cable ha seguido un modelo de expansión muy distinto de Vodafone, lo cual implica una fuerte carga de deuda del operador de cable. Las fuentes mencionadas consideran que este obstáculo ha empantanado las negociaciones pero que “los activos a intercambiar son de interés mutuo, sin descartar que un mayor acuerdo en la valoración de los activos puede desembocar en el futuro en un intento de fusión”. En la base del desencuentro hay además culturas empresariales muy distintas.

Esta falta de entendimiento en materia de precios está, además de la deudas, relacionada con el comportamiento de Liberty en bolsa donde tiene una mejor valoración que Vodafone. El anuncio provocó una caída de las acciones de Vodafone del 4% que luego se atenuó. Ciertamente una fusión tampoco hubiera sido sin riesgos en la medida que ambas empresas solapan servicios en mercados tan importantes como Alemania, Holanda y Reino Unido. Liberty es una bomba de dinero, con ingresos anuales del orden de los 18.000 millones de dólares. Desde 2010 el grupo liderado por Malone ha hecho adquisiciones por valor de 36.000 millones de euros para consolidar sus posiciones en Europa pero se ha encontrado de forma creciente con que los clientes de sus servicios tienen una considerable dependencia de la telefonía móvil para telecomunicaciones y streaming de video, tendencia que le ha obligado a plantearse la expansión en el sector de la telefonía móvil en Europa. El éxito de Malone en operaciones sumamente complejas incluyen como ejemplo significativo este año la adquisición por parte del magnate estadounidense de Charter Communication lo cual dejó a su alcance Time Warner Cable creando un agrupamiento de intereses convergentes que otorgó a Liberty Broadband el control de hecho del primer operador estadounidense de banda ancha.

Muchos analistas del sector siguen viendo entre Liberty Global y Vodafone más sinergias de las que el operador de telefonía móvil parece dispuesto a admitir. De allí que consideren que “será inevitable que las negociaciones se retomen en algún momento no muy distante”. Esas fuentes consideran que “lo más probable es que en una nueva fase lo que se analice sea una fusión lisa y llana y no un intercambio de activos que no estaba realmente en el interés de Liberty ni es lo que Malone ofreció inicialmente”. Vodafone ha sufrido la erosión de la competencia en los últimos dos años lo que se ha reflejado en un estancamiento de los ingresos que se comenzó a rectificar este año. Mientras, la empresa ha hecho caja con una importante venta de activos en Estados Unidos. Hace dos años el operador británico vendió su participación en el grupo de telefonía móvil estadounidense Verizon con el resultado de un fuerte ingreso por caja. De allí que los analistas consideran que mientras los contactos con Liberty queden aparcados Vodafone seguirá buscando oportunidades en el sector del cable en Europa para complementar su oferta de telefonía móvil.

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