‘MareNostrum’, el superordenador capaz de hacer en una hora lo que un PC normal en seis años

Jordi Torres

Jordi Torres

Investigador jefe del Barcelona Supercomputing Center

Fuente: El País

En el año 117 de nuestra era, siendo Trajano emperador, todas las costas bañadas por el mar Mediterráneo estaban dominadas por el imperio romano. Fue su época de mayor expansión y bautizaron aquellas aguas como “mare nostrum” (mar nuestro). Era la forma de decir que todo aquello era suyo, las tierras y los mares, las gentes y las mercancías que se transportaban de un lado a otro. El Mediterráneo ha sido, desde épocas remotas, una correa de transmisión: las ideas, las artes y las ciencias iban de oriente a occidente para regresar enriquecidas. Así fue como, íntimamente ligada al mar, se fraguó una de las civilizaciones más importantes del mundo.

Tal vez fuera esa la idea -la del intercambio de información- la que inspiró a los creadores de uno de los ordenadores más potentes del mundo cuando decidieron bautizarlo como MareNostrum. Esta máquina portentosa ocupa actualmente una capilla en el Campus Nord de la Universidad Politécnica de Cataluña: una instalación de 170 metros cuadrados construida con 19 toneladas de cristal y 26 de hierro. Su capacidad de cálculo le permite alcanzar los 1.100 billones de operaciones por segundo, o lo que es los mismo, sería capaz de calcular en una hora lo que a un PC doméstico le llevará más de seis años. Una cifra que convierte este superordenador en una herramienta poderosa para la investigación en campos que requieren operaciones muy complejas y con muchas variables como el genoma, modelos climáticos, la contaminación o la estructura de las proteínas entre otras. Su uso está disponible para la comunidad científica internacional a través de un comité que asigna el tiempo de cómputo requerido en función de  los proyectos presentados.

La pregunta que surge siempre cuando se habla de ordenadores tan poderosos es si llegarán algún día a sobrepasar en inteligencia a los humanos. Jordi Torres, investigador jefe del Barcelona Supercomputing Center y una de las personas que mejor conocen MareNostrum,  cree, sin embargo, que no deberíamos preocuparnos: “en estos momentos los ordenadores están replicando lo que sabemos hacer. Tenemos máquinas muy potentes, tenemos muchos datos y los algoritmos permiten que la máquina aprenda sola. Yo creo que la supercomputación no tiene como objetivo hacer una réplica de la inteligencia humana”. Así que, al menos por ahora, más que darnos miedo, MareNostrum sólo debería despertar nuestro asombro y admiración.

Texto: José L. Álvarez Cedena

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