Vodafone invertirá 105 millones de euros hasta marzo de 2017 para transformar su canal de distribución con la ampliación y reforma de 453 tiendas. También prevé cerrar los centros más pequeños para concentrar sus ventas en los establecimientos remodelados y que incluirán un nuevo servicio de atención al cliente.
El objetivo del plan a tres años es centralizar todo el servicio comercial en un canal de distribución de no más de 1.000 centros, tanto propios como franquiciados, que incluirá la reubicación de entre 300 y 400 tiendas en mejores zonas y el cierre de todas aquellas que tengan menos de 70 metros cuadrados (hasta ahora se han cerrado ya 280).
De esta forma, el segundo operador de móvil español cambia el modelo de proximidad, con el mayor número de tiendas posibles, por otro más centralizado en grandes centros que cuenten con una atención más especializada dadas las nuevas necesidades tecnológicas (tabletas, smarphones, aplicaciones, etcétera). También esperan que sea más rápida en atender a los clientes.
En la actualidad ya se han rediseñado 38 puntos de ventas y se prevé llegar a 93 antes de marzo de 2014. Los centros incluyen un nuevo diseño sin mostradores, que permita probar todo tipo de terminales y con personal que pueda configurar a la medida esos dispositivos según las necesidades del cliente, según ha indicado Oscar Vilda, director general de residencial.
