Desde fuera pueda parecer que la primera tablet de BlackBerry esté muerta, pero esto no es así para sus usuarios. Según un estudio del portal CrackBerry, el 60% de los compradores de Playbook la siguen utilizando. Han pasado casi tres años del lanzamiento de este equipo y todavía hay usuarios que siguen dándole utilidad. Este podría ser uno de los motivos por los cuales la compañía canadiense sigue preparando actualizaciones para su tablet.
El estudio de la revista indicaba que de aquellos compradores iniciales que fueron encuestados, el 22% utilizan ahora otro sistema operativo y el resto simplemente, en torno a un 18%, no tiene necesidad de una tablet.
CrackBerry también nos hablaba con anterioridad del trabajo que se sigue realizando la compañía canadiense por su tablet. Aunque a mediados de 2013, directivos de la compañía decían que ya no actualizarían más el dispositivo, parece que no han cumplido su palabra.
Primeramente, se ha actualizado Bridge para la tablet, el sistema de seguridad que permite la sincronización de un smartphone BlackBerry con otros equipos y también con esta tablet. El servicio viene en forma de aplicación que se puede descargar directamente en su tienda de aplicaciones BlackBerry World.
Además de esto, se trabaja en una actualización cuyo contenido no se ha desvelado. Desconocemos por tanto si es el salto a BB10, algo que parece poco probable. Sí sabemos que se ha certificado un firmware todavía no distribuido que lleva el número de compilación OS 2.1.0.1895. No se sabe bien cuándo podría llegar a las tablets.
¿Preparando el terreno para la siguiente tablet?
A primera vista, costaría entender por qué la compañía canadiense gastaría esfuerzos en dotar a un producto retirado de las tiendas, y con poca cuota de uso, con nuevas tecnologías. La respuesta podría ser que hay que cuidar a ese 60% de usuarios todavía satisfechos por si llega la hora de lanzar un nuevo modelo de PlayBook que nunca se acaba de descartar.
A su vez, la compañía no pierde su experiencia de trabajo en un formato que está en el ADN del negocio de los dispositivos móviles.