¿Cómo el coche del futuro hará nuestra vida más fácil?
Leyre Olavarría, la responsable de Infotainment y Connected Car de SEAT, asegura que dentro de pocos años todos seremos como David Hasselhof. Tal vez no heredemos su pelazo, su pose de macarra irresistible o unos de los pectorales más famosos de la historia de la televisión (los otros eran los de sus compañeras femeninas en “Los vigilantes de la playa”). Pero sí que podremos llamar a nuestro coche y que venga a buscarnos. El sueño de todos los niños que crecieron en los ochenta hecho realidad: tener a KITT en casa.
Aunque en gran parte de la literatura y el cine de ciencia ficción los coches aparecen sustituidos por otros sistemas de transporte más sofisticados (desde la teletransportación a vehículos voladores o tuberías de alta velocidad), lo cierto es que a este icono del siglo XX le queda mucha vida. Cambiarán sus diseños, sus usos e incluso su forma de propiedad, pero el coche, asegura Olavarría, es un elemento esencial dentro del Internet de las cosas.
Gracias al big data, los coches conectados podrán avisar a su conductor de las mejores rutas, adecuar las revisiones y seguridad del vehículo a la forma de conducir del propietario, despertarle un poco antes en caso de que vaya a encontrar atasco camino del trabajo, o regular la calefacción de la casa para sincronizar la temperatura con la del coche a su llegada.
Los nuevos automóviles conseguirán que los atascos y las incomodidades como buscar aparcamiento pasen a la historia. Gracias a los avances de la inteligencia artificial, nuestros coches harán cosas que ahora nos parecen imposibles: “En quince años el coche sabrá a qué hora te has levantado y te vendrá a recoger a casa de forma autónoma” asegura Olavarría; “podrán incluso, añade, recoger la compra del supermercado mientras nos tomamos un café”. Y eso, por más espectacular que fuera, KITT nunca lo hizo por Michael…
Texto: José L. Álvarez Cedena